Desquitando la quincena
Nadie, absolutamente nadie te paga por el trabajo físico que haces en la oficina-- llegar temprano, tomar nota, contestar correos, llamarle a los clientes, organizar juntas, hacer presentaciones.
es el acto de hacer las cosas que no tienes ganas de hacer...
es tu habilidad para manejar a los clientes enojados...
es tu capacidad de imaginar lo que nadie ha diseñado...
es el valor para ejecutar las ideas que te dan miedo.
Solo por eso recibes un cheque. Desquítalo.