Miedo al presente
Conozco a mucha gente que vive de su pasado o de su futuro, pero no de su presente.
El problema es que nuestro pasado, por lo regular, es un pasado ideal, que en realidad nunca ocurrió. Es un pasado cuidadosamente editado y perfeccionado con las cosas que casi sucedieron o que debieron haber sucedido, pero que nunca sucedieron. En el mejor de los casos, si nuestro pasado en realidad es muy exitoso, la mala noticia es que estamos hablando de nuestro pasado y no existe garantía alguna de que lo mismo vuelva a suceder en el presente.
El futuro por su lado, es un futuro prometedor, que de igual forma fue editado ciegamente a nuestra propia conveniencia, por eso nos entusiasma tanto hablar de él y vivir pensando en él, a pesar de lo incierto que puede ser.
Este problema tiene su nombre y se llama miedo al presente:
Miedo al éxito, miedo al fracaso, miedo a hacer el ridículo, miedo a ser la persona que siempre quisiste ser. Miedo a ser pobre, miedo al silencio, miedo a la soledad, miedo a la muerte. Pero sobre todo, miedo a la madre de todos los miedos: miedo a ser rechazado, miedo a la crítica, miedo al que dirán.
Si de algo te sirve saberlo, a nadie le importa un bledo lo que haces con tú vida, por la simple y sencilla razón de que todos estamos demasiado ocupados tratando de definir lo que hacemos con la nuestra, con los mismos miedos que tu tienes y con la misma necesidad de validar nuestras decisiones con los demás. Ironías de la vida.
La gran ventaja de vivir en el pasado o en el futuro, es que no tienes que trabajar en el presente. La gran desventaja, es que no estas viviendo tu vida, la única que tienes, hoy, ahora.