La magia del efecto MOO
Hace algunos días compré mi primer set de mini-tarjetas MOO. Las pedí por Internet y yo mismo las diseñé, y en menos de una semana las recibí en la puerta de mi oficina. 400 tarjetas, un tarjetero, y un porta tarjetas. Todo por la módica cantidad de $975 pesos (el precio puede variar dependiendo del método de envío).
MOO es uno de los mejores ejemplos de como una imprenta tradicional puede reinventarse:
MOO no "maquila" tarjetas de presentación ni papelería institucional, como el resto de las imprentas. Claramente, su negocio está en generar ideas innovadoras, y 100% personalizables.
Su ventaja competitiva no es una máquina de impresión digital Canon con resolución ilimitada. No, esa cualquier otra imprenta la puede comprar. La experiencia de compra, su tecnología printfinity, y los procesos para producir "las tarjetas que se necesitan, en las cantidades que se necesitan, y en el momento en que se necesitan", es lo que hace la diferencia (MOO realiza el envío de tus tarjetas un día después de la compra).
Y por si fuera poco, la venta masiva por Internet no solo le permite bajar el costo de adqusición por cliente, si no también planear con mayor precisión la compra de insumos, y agilizar la rotación de su inventario. Lo que se traduce en menores costos de producción.
El efecto MOO es un cambio radical en la manera de ver el negocio de las imprentas, en el que pasan de ser una simple fábrica de material publicitario que compite por precio, a una innovadora fábrica de ideas-- en la que por cierto, el precio es lo que menos importa.